Ese día no estaban las aguas templadas al otro lado. La avanzadilla de Sanet volvía con las orejas gachas, habían sido derrotados. Un grupito de humanos y ese ente brujo habían dado al traste con sus planes, ¿cómo era posible? Lo tenía todo bajo control, los planos separados, humanos volviéndose locos y entes muriendo de hambre, y, ¿cómo habían conseguido dar la vuelta a la tortilla? No me preguntéis, yo no estaba allí, pero sí sabía las consecuencias que traería, especialmente para los más allegados a Hanat, especialmente para Sanet.
Digamos que Hanat no es de los
que se toman las cosas con buen humor. Lleva años siguiendo ese objetivo y
tenía el momento perfecto antes sus ojos, pero no lo ha sabido aprovechar y eso
puede cabrear, y mucho.
¿Qué quién soy yo? Un mindundi,
aunque yo prefiero decir que soy la mano derecha de Hanat. En realidad, soy su
bufón, su marioneta y su confidente. Eso es lo que más me gusta, enterarme de
todo el primero, saber cuál es nuestro siguiente paso y qué va a suceder
porque, lo que dice Hanat, aquí, va a misa. Hoy se espera la llegada de Sanet después
de un largo viaje, así que la cosa promete.
Y, no sé si me estáis escuchando,
pero os contaré algo interesante. Sé que Hanat tiene un plan B, que hemos
perdido una batalla pero no la guerra. Si alguien piensa que Hanat se va a
rendir lo tiene claro, porque no conozco nadie más perseverante que él. Si se
le mete entre ceja y ceja que quiere doblegar al mundo humano y al plano
onírico, lo conseguirá. O más nos vale si no queremos que nos haga la vida
imposible por el resto de nuestros días.
Vale vale, iré al grano: el plan.
Vamos a volver a intentarlo. Hay un lugar especial, un lugar en el que, desde
hace mucho tiempo, confluyen el mundo humano y el de los sueños. Una pequeña
grieta que pocos conocen pero en la que hay un gran desequilibrio de fuerzas. Está
justo al lado de una cárcel de almas, casualidades de la vida. Los humanos,
esos seres con tan poca inteligencia, piensan que ven espíritus, y no se dan
cuenta de que son almas que vagan errantes y a veces se escapan por la grieta.
Bueno, todo esto está muy bien,
se podría decir que incluso no llama la atención. Pero la idea de Hanat es muy
buena, por algo es un ente todopoderoso. Si quiere doblegar ambos mundos, ¿qué
mejor que hacerlo en un lugar donde confluyen los dos? Bien, pues no os diré
más, solo que ya hemos comenzado y que, cuando esté listo, llegaremos, y no
habrá marcha atrás.
Firmado: Gioval